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is padres me cuentan que comencé
a caminar con siete meses y que no daban crédito a que algo tan pequeño pudiera
sostenerse en pie. Con esta anécdota no pretendo decir que haya nacido
para correr, pero creo que mi inquietud por la actividad deportiva siempre la
he llevado en los genes.
En
esta modesta e íntima historia de running que me dispongo a narrar, quiero ver
uno de esos juegos del destino que hacen divertido y conmovedor algunos
capítulos de nuestra vida. Todo comenzó
en 1.997. Por aquel entonces estaba inmerso en mi carrera universitaria, y
una de mis más apreciadas compañeras de estudio, Esmeralda Carmona, me mostró
el tríptico de la XIX Carrera Urbana Ciudad de Málaga. Supongo que hizo algún
comentario sobre la dureza de aquella popular prueba de 10,85 Km. con miles de
participantes, y, claro, entonces salió a flote aquella arrogancia veinteañera
que poseía respecto a mi potencial físico: “Bah,
no es para tanto, seguro que entreno un poco y quedo entre los 100 primeros.
¿Cómo que no? Sólo tengo que correr rápido. Me apuesto una cena”.
Sí,
yo también pienso que era un repelente niño Vicente: tenía respuestas para todo
menos para mi propia ignorancia. Desconocía que en la prueba iban a participar
unos 10.000 corredores, incluyendo muchos clubes de atletismo que llegarían de
toda la geografía andaluza. Menudo panorama. Pero de todo esto me enteraría más
tarde (cuando ya era tarde).
En
aquella época seguía haciendo ejercicio, pero ya no participaba en deportes por
equipo que exigían una óptima condición aeróbica. Rememoro vagamente que estuve
mes y medio entrenando -si se puede llamar entrenamiento a salir a correr todo
lo largo y rápido que pudiera-, por las afueras de mi ciudad natal (Málaga City),
allá por la presa de El Agujero, el embalse de El Limonero y la estación de
servicio La Tana. Cuestas interminables y toboganes que eran y siguen siendo
las características de estos trayectos solitarios en los que vuelvo a correr cada
vez que regreso de Gran Canaria a visitar a mis padres.
El día 26 de octubre de 1.997 se disputó la
carrera motivo de la apuesta. Todo era nuevo para mí y estaba nervioso.
Recuerdo llevar una rodillera de neopreno en la pierna derecha. Había una zona
acotada que separaba los atletas federados de los populares. Me coloqué en
primera línea de los corredores modestos y estuve 40 minutos dando
saltitos en el mismo lugar para conservar la posición. Menudo calentamiento. Al
observar la ingente cantidad de participantes y que los federados superaban las
dos centenas, supe que mi apuesta estaba en la cuerda floja y yo mismo al filo
de la navaja.
Cuando
se dio el pistoletazo de salida me vi envuelto en una marabunta de bípedos con
mucha prisa. No era fácil avanzar a ritmo vivo. No había espacio ni para bailar
un chotis. Pero segundos más tarde sucedió algo que marcó el resto de mi
carrera.
Divisé a no mucha distancia a un veterano atleta con el que había
coincidido en mis solitarios entrenamientos. Cuando digo veterano me refiero a
que tendría unos 55 años. De nuestras breves charlas recordé que participaba en
los Campeonatos de España de veteranos, de modo que me coloqué a su estela y
seguí su endiablado ritmo cuando se comenzó a despejar el asfalto.
No
parábamos de adelantar a rivales. Mucho público animaba por su nombre a mi
compañero de carrera, por lo visto era un personaje muy conocido en el mundillo
del atletismo local. Me sorprendió lo concentrado que corría, no devolvió
ningún saludo y a mí ni siquiera me miró de reojo.
Calle Eugenio Gross |
Subimos
volando la empinada calle Eugenio Gross y la carrera avanzaba a ritmo de
vértigo. A estas alturas ya me costaba seguir el avance de mi partener. Al
atravesar el puente de la
Rosaleda ya iba apretando los dientes. Y fue en la subida de
Capuchinos donde el veterano aumentó su cadencia de zancada y me dejó tirado
como un cleenex lleno de mocos. Era el kilómetro 7. A partir de aquí comenzó mi
calvario particular: estaba asfixiado, me dolía la rodilla y me embargó esa
falsa sensación de que avanzas a cámara lenta. Me comenzaron a adelantar
docenas de corredores, y entonces supe que la apuesta estaba perdida.
Finalmente llegué a meta con un fortísimo sprint que me provocó varias arcadas
y que tardaran unos 15 segundos en pistoletear el código de barras de mi dorsal
(sí, antes se hacía de esta forma).
Mis
padres estaban como espectadores y me recogieron al salir del recinto de
llegada. Me dijeron que no pensaban que hubieran legado más de 100 corredores
antes que yo, de modo que recuperé la ilusión por la apuesta.
Una semana más tarde recogí mi diploma:
Aunque
intenté la triquiñuela de decir que logré una posición entre los 100 primeros
de mi categoría, el subterfugio no coló y perdí la apuesta. Eso sí, siempre he
sido muy cumplidor e invité a una cena de tronío (creo que fue en un chino) a mi queridísima Esmeralda
Carmona.
La historia no termina aquí. El 24 de
enero de 2.012 volví a participar en una carrera con dorsal. Fue en los 10 Km.
de la Gran Canaria
Maratón, y conseguí un crono de 43’53’’. A partir de este momento mordí el
anzuelo del desafío a mis propios límites y me vi atrapado en las redes del
running. Siempre me había gustado correr, pero la soledad y la falta de retos
no conseguían motivarme. En cuanto
conocí a buenos zapateadores y tuve marcas que batir, mi idilio con la
competición ya estuvo consumado. Comencé a entrenar con fuerza y a dejar de
lado la musculación en el gimnasio (a día de hoy, preparando mi primera
maratón, ya he perdido 9 kilos en dos años y medio). Y el 23 de octubre de 2.013, ya en las filas del equipo barcelonés La Bolsa del Corredor-Sport y
bajo las órdenes del míster José Castilla, me escabullí en el cajón de atletas
federados en los 10 Km. de la XXXV Carrera
Urbana Ciudad de Málaga. Esta vez fueron unos 16.000 dorsales en una
carrera benéfica que sigue siendo gratis, lo cual dice mucho en la actual
burbuja donde el running se ha convertido en un lucrativo negocio.
El recorrido era prácticamente el mismo que en 1.997. Desde el inicio tuve buenas sensaciones. A partir del kilómetro 3 me estabilicé en un ritmo de 3:45 minutos/Km. y fui saltando de grupo en grupo de corredores. En la parte final estuve acompañado por la tercera clasificada en féminas y por un tipo grande de la Legión. En la calle Cristo de la Epidemia me sentí volar y al pasar delante del Ayuntamiento ya se me salía el corazón por la boca. La llegada a meta fue apoteósica. Lo cierto es que llegué absolutamente exhausto e inmensamente feliz. Había logrado MMP con 37’48’’
El recorrido era prácticamente el mismo que en 1.997. Desde el inicio tuve buenas sensaciones. A partir del kilómetro 3 me estabilicé en un ritmo de 3:45 minutos/Km. y fui saltando de grupo en grupo de corredores. En la parte final estuve acompañado por la tercera clasificada en féminas y por un tipo grande de la Legión. En la calle Cristo de la Epidemia me sentí volar y al pasar delante del Ayuntamiento ya se me salía el corazón por la boca. La llegada a meta fue apoteósica. Lo cierto es que llegué absolutamente exhausto e inmensamente feliz. Había logrado MMP con 37’48’’
Pero
lo más emocionante vino después, cuando comprobé la clasificación… ¡Había quedado el 73 de la general!
En compañía de María Gómez, que participó en su primer 10Km. |
Después
de tanto tiempo ya no soy la misma persona. Mi mundo ha cambiado radicalmente,
y, por fortuna, fui yo quien guió los pasos de mi propia historia. He
conseguido hacer realidad un puñado de sueños y aún conservo la ilusión y la
esperanza en muchos proyectos de futuro. La vida bifurcó nuestros caminos y no
tengo noticias de Esmeralda Carmona. Pero tal vez el día más inesperado vuelva
a cruzarme con ella y su sempiterna sonrisa. Y entonces le susurraré al oído
que por fin lo logré. Que sólo necesité 17 años. Porque como dijo el poeta,
nunca es tarde para encontrar el amor verdadero… O ganar una apuesta olvidada que te convierta en un Dorian Grey del
running.
Genial narración y genial comienzo de esta nueva aventura consecuencia de tu afición a correr...contarlo en un blog te motivará más...
ResponderEliminarQuedar el 309 con más de 10.000 participantes y sin casi entrenar ya tenía su mérito...por lo menos debieron pagar la cena a medias...
Un abrazo fuerte!!!
Muchas gracias Quique! Pues sí, visto desde la distancia creo que fue un buen resultado, pero menos mal que no gané la apuesta, es bueno que te bajen los humos para ir limando la soberbia jeje. Espero verte pronto quemando el asfalto!
EliminarWelcome to the Jungle Baby!
ResponderEliminarEspero no verte un bloc de notas en las tiradas largas! Me alegra que hayas dado el paso, consume tiempo, pero también da grandes recompensas personales.
merecías pagar la cena y de sobra. Ir de sobrado es el peor defecto que un corredor puede tener, menos mal que rectificaste a tiempo!
Jajaja... Un bloc de notas no, pero a lo mejor llevo el móvil para grabar nuestras reflexiones en la tirada larga... Ten cuidado lo que dices : )
EliminarPues sí, ir de sobrado no recompensa, para eso tienes que ser Gómez Noya.
Bueno, a ver si el sábado en la LPA Night Run celebramos con champán tu nueva MMP en media maratón!
Muy bonita y motivadora tu historia!! Y lo que queda aún por hacer... Eso es lo bueno de ester deporte... La motivación y los anécdotas con viejos y nuevos amigos... Y sobre todo los anécdotas que nosotros mismos nos creamos con nuestra propia lucha interna... Felicidades!! Besos Lobillo (uno de mis anécdotas fue que en primera carrera te conocí)
ResponderEliminarGracias Silvia! En cada carrera me pasan un montón de cosas curiosas y me gustaría contarlas de vez en cuando. El objetivo del blog es disfrutar narrando historias de running, mantener la motivación y compartir mis experiencias en la lucha por mis objetivos. Un besote y espero verte de nuevo subida al podium!
EliminarBienvenido Jose. Es una buena noticia que haya un blog nuevo y fresco en un panorama donde prima el mínimo esfuerzo del Facebook y el twitter. Me alegra verte por aquí little wolf
ResponderEliminarMuchas gracias Gonzalo! Espero poder disfrutar escribiendo, reflexionando y plasmando mis experiencias en el mundo del correr : )
EliminarYa mismo cumples 12+1 maratones... Qué barbaridad!
Un gran comienzo. Es gratificante plasmar las anecdotas. Animo que ya te queda menos
ResponderEliminarGracias crack! Espero seguir la estela que dejas en el asfalto, por supuesto a distancia porque no hay que te siga con esas piernas que son dos cohetes! Tú ya lo has conseguido, pero el 7 de diciembre espero debutar en la Maratón de Málaga con la intención de clasificar para Boston 2016. A lo mejor te acompaño!
EliminarCasi me emociono... Claro, que siempre he sido una romántica y estas historias de la vida misma siempre me mueven el corazón. Sigue corriendo, sigue batiendo marcas, sigue en tu afán siempre de superación. Ganar ya has ganado mucho.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras Marisol! Me alegro que te gustara la historia, supongo que una gran parte de la felicidad se alcanza haciendo lo que te gusta en compañía de la gente que quieres. Besos
ResponderEliminarGran Debut de un blog q dará q hablar... y muuyyyy bien en los próximos meses... Los blogueros estamos deseosos de Sangre Fresca!.... Wellcome!!!!
ResponderEliminarMil gracias Pancho! Intentaré estar a la altura con las entradas y espero que mis glóbulos rojos estén suficientemente oxigenados : )
EliminarMe encanta!!!! Sabía que eras un buen deportista porque he visto tu evolución y que te gustaba escribir, pero para nada me imaginaba una narración tan especial, tan amena y a la vez tan llena de detalles. Entonces todo empezó por una puesta??? jajajajaja. Muchas Felicidades!!! Tienes a una fan más para seguir tu blog :)
ResponderEliminarEeeeeyyyy... Muchas gracias MJ! Me alegro mucho de que te haya gustado! Espero seguir escribiendo historias en el blog, la verdad es que sufro menos que en mi novela jeje. Tú eres una gran corredora, con un poco más de constancia seguro que te veo encaramada al podium!
EliminarQué gran noticia tenerte por estos mundos digitales, si este ha sido el aperitivo tela las historias que por aquí vendrán.
ResponderEliminarHola Antonio! Espero quedarme por aquí un tiempo, o por lo menos hasta que me echen : )
EliminarNos vemos el sábado en la LPA Night Run!!!