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domingo, 24 de mayo de 2015

XIV MEDIO MARATÓN FUNDACIÓN PUERTOS DE LAS PALMAS 10K. Tres segundos son una eternidad.



Fotografía de www.vmilan.eu


 1. LOS MOMENTOS PREVIOS

Es la cuarta ocasión en la que participo en esta carrera y ya le he cogido bastante cariño. Es una de las últimas pruebas de asfalto del calendario, pero siempre la tengo presente en mi planificación de principio de temporada. Por supuesto teníamos quedada previa para la foto de rigor.

Año 2012, mi primera participación. Aquí conocí a muchos del lobby, pero era demasiado novato para salir en la foto
Año 2013, mi media maratón más sufrida. Color Run al poder!
Año 2014, donde conseguí una gran MMP en los 21K
Año 2015, sonriendo antes de morir en el asfalto. Foto de Miriam Herdel


2. MI CARRERA

Tras un calentamiento un poco ajustado de tiempo con Daniel Betancor y Aarón Sánchez, nos colocamos en el primer cajón de salida y pudimos saludar al campeón del mundo de maratón, Martín Fiz, que vino invitado por la organización y corría el 10K con nosotros.
La verdad es que yo estaba algo nervioso. Después de cinco fines de semana consecutivos compitiendo, mis tendones de Aquiles comenzaron a resentirse y pasé prácticamente toda la semana en blanco. Ni series de velocidad ni rodajes tempo. El final de temporada estaba muy cerca y no quería que mi objetivo de conquistar los 35 minutos en el 10K de la Cursa Bombers de Barcelona, se quedase en agua de borrajas por culpa de una lesión seria. De modo que tenía muchas dudas acerca de mi rendimiento en esta carrera.
Los minutos pasaron muy rápido, y cuando me quise dar cuenta ya estaba en marcha la cuenta atrás: 3... 2... 1... Y salida en tropel a toda mecha, pero bastante limpia y cómoda.

Busca a Wally. Foto de Acfipres

Primeros compases de carrera y de inmediato se formó un compacto grupo con Ángel Baena, Aarón Sánchez, Ángel Arencibia, Daniel Betancor et moi.

400 primero metros. Fotografía de Carlos J. Diepa

La táctica de carrera era salir detrás de Daniel Betancor a 3:35 min/Km hasta la mitad de la prueba o hasta que decidiera atacar, pues gracias a su corpulencia y fiabilidad de ritmo es un auténtico peacemaker de lujo. Pero Dani tuvo la desgracia de tener que ir a urgencias de madrugada la noche anterior, por culpa de una alergia alimenticia, y vino a la carrera con muchas dudas de si podría terminarla.


Primer kilómetro a 3:35, misión cumplida. Pero de repente me vi tirando del grupo y con un poco de viento en contra. De forma inconsciente bajé la velocidad, no era el más indicado cuando había otros atletas más rápidos que yo. Aarón tomó el relevo y el grupo se estiró como un chicle. Yo iba pegado a sus talones, pero estaba acusando el fuerte ritmo y el viento en contra.
Pasamos el Km. 5 en 18'15'', lo cual significaba que llevábamos 20'' de retraso con el tiempo preestablecido. Aarón se dio cuenta, empezó a tirar como un toro y se dispuso a dar alcance al grupo delantero. Yo ya iba sufriendo y me acojoné de sólo pensar que todavía quedaba media carrera.

En el Km. 6 Daniel se apartó a un lado y ya no volví a verlo.

En el Km. 7 ya iba al límite de mis fuerzas tras los talones de Ángel Baena. Nos habíanos quedado solos y no quería perder su rebufo. Estaba tirando muy fuerte para coger al grupo que nos precedía... ¡Cuando de improviso comenzaron a aparecer los participantes de la carrera de 5K!
NO ME LO PODÍA CREER, ¡¡¡teníamos que salirnos del circuito y esquivar a todo el grueso de corredores!!!
Ya no sabíamos quién estaba delante ni quién venía por detrás. Íbamos absolutamente asfixiados, con la vista nublada y encima teníamos que ir buscando huecos para seguir avanzando. ESTO ES LO PEOR QUE TE PUEDE PASAR EN UNA CARRERA EN LA QUE TE ESTÁS DEJANDO LA PIEL. Espero que la organización tome nota y no vuelva a suceder este despropósito.

Km. 9,5. Foto de Man in the Middle
En el Km. 9 se despejó un poco la calzada y decidí atacar con la poca energía que me quedaba en las piernas, con la intención de ir a por MMP. Medio kilómetro después Ángel Baena me dio alcance y me sacó unos metros de ventaja.

Km. 9,7. Foto de Annette de Vera

En esos momentos debía llevar tres kilómetros en plena agonía, pero la meta estaba a tiro de piedra. Tenía la MMP al alcance de la mano y me concentraba en cada zancada para sacarle el máximo de energía cinética.


Km. 9,85. Foto de vmilan.eu

Seguía los pasos de mi compañero de carrera, pero ya no tenía aliento suficiente para recortar los metros que nos separaban. Divisé la llegada y el rápido avance de los segundos en el crono de diodos LED... Vaaaamos...

En la recta de meta. Foto de Miriam Herdel

Crucé el arco de llegada un segundo después que Ángel Baena -¡gran carrera!- y mi reloj GPS me confirmó un crono de 36'27''. ¡¡¡Se me escapó la MMP por 3'!!! Qué pena.

Me tengo que sentar porque estoy mareado y totalmente exhausto. Tardé más de cinco minutos en recuperar la respiración. Sin duda es la vez que más me ha costado volver a la normalidad en un 10K. Después de todo creo que rendí a buen nivel y que di el 120% de mis posibilidades.

Muy contento al comprobar que Aarón Sánchez fue 2º de su categoría y que consiguió hacer una nueva MMP en 10K tres años después. ¡Felicidades campeón! También aliviado al saber que Dani llegó a meta sin problemas.

Minutos más tarde me llevé otra alegría cuando me comunicaron que había quedado el 3º de mi categoría de edad.

Junto a Gustavo Rodríguez (1º) y Ángel Baena (2º). Foto de Omar J. Vega

Fotografía de Leticia

Y aquí una foto para la posteridad. De izquierda a derecha: Aarón Sánchez, Daniel Betancor, Humberto Betancort, Martín Fiz, José Lobillo, Fran Concepción y Mokhtar El Bouzidi.


RESULTADOS OFICIALES
Crono final: 36'27'' (3:38 min./Km.)
Puesto general: 14º (de 771 finishers)
Puesto categoría: 3º (de 98 finishers)



domingo, 17 de mayo de 2015

III DISCO NIGHT URBAN RACE CIUDAD DE ARRECIFE 10K. De aventuras por la isla de los volcanes.




Fantástico fin de semana en Lanzarote, una de las islas que me ha robado el corazón para siempre, y tercera participación en los 10K de la III Disco Night Urban Race Ciudad de Arrecife (cuidaíto con el nombre), que cuenta como máximo responsable con el maratoniano olímpico José Carlos Hernández, un atleta excepcional y una profesional de categoría.


En las dos ediciones anteriores había conseguido MMP en la distancia, y este año -en teoría- se mejoró el recorrido por la ciudad: se eliminó el tramo empedrado del Castillo de San Gabriel y lo sustituyeron por dar la vuelta completa al precioso Charco de San Ginés.

El charco de San Ginés desde mi objetivo
También en esta edición la salida y meta se instaló en el parque Islas Canarias, lo que más tarde se demostró todo un acierto por parte de la organización.
Al tratarse de una carrera nocturna, tocó levantarse temprano el mismo día de la carrera y trotar 20 minutos muy suaves con varios progresivos para activar las piernas. Después visita al sur de la isla y almuerzo en Marina Rubicón, un coqueto puerto deportivo de Playa Blanca. Lo que se dice descansar no descansé mucho, pero disfruté enormemente la compañía y el conocer otros sitios de Lanzarote.

La terraza del apartamento justo delante del pasillo de llegada a meta
Es un auténtico lujo quedarse en un apartamento a pocos metros de la salida de la carrera. De modo que la preparación y el calentamiento previo los realicé en ‘casa’, y a continuación bajé a la calle para correr durante 15 minutos con sus indispensables progresivos.

Junto a dos grandes baluartes del running: Antonio Navas y Abraham Sanchéz. Foto de Alejandra Boubeta

La espera de la salida se alargó más de lo debido, pero pude disfrutar de la compañía de Víctor Sánchez (Atletismo Ciudad de Peñaranda), que también viajaba desde Las Palmas de Gran Canaria, y la gran atleta majorera Ana Toral.

Junto a Ana Toral y con mi careto de concentracion. Foto de Lanzarotedeportiva.com
Por fin cuenta atrás y salida a tope para coger sitio en una calzada que se quedaba pequeña en los primeros metros. Al salir junto a los participantes de 5K, muchos me rebasaron en el primer kilómetro, pero a partir del segundo muchos fueron cayendo como fruta madura.

Salida fulgurante con mi careto de velocidad. Foto de Alsolajero.com
Al rodear el Charco de San Ginés, el viento daba de lleno y se perdía adherencia con el piso de baldosas ribeteadas. Salí a ritmo de MMP, unos 3:35 min/Km más o menos, pero al rodear el Charco, con el mismo esfuerzo, el crono se fue a 3:43 min/Km. En ese momento fui consciente que la MMP y los 35 minutos eran una misión imposible. Además sobre el Km. 4 me di cuenta que no iba bien, me notaba cansado y con el estómago revuelto. Definitivamente no era mi día.
Completé la primera vuelta adelantando a otros corredores y en compañía de un chico nórdico del equipo Green Team. Mi pareja circunstancial y sin derecho a roce corría un poco a tirones, pero al final nos fuimos dando relevos y avanzando a buen paso.

Junto a Bo Strandmark (de blanco y verde), mi "pareja circunstancial". Foto de Lanzarotedeportiva.com
El nuevo paso por el Charco de San Ginés me resultó devastador por el viento, el pavimento y los continuos requiebros que me rompían el ritmo. Justo al salir del Charco vi a unos 100 metros a una chica. Pensé que sería de la prueba de 5Km., pero comprobé que iba a toda velocidad y supe de inmediato que era la primera clasificada.
En ese momento se me activó el “gen machito” que aún se niega a extinguirse en los más profundo de mi herencia cavernícola, y una nueva motivación apareció en mi carrera: tenía que pillarla como fuese. Aquello me estimuló de inmediato y comencé a tirar a muerte. La distancia fue menguando poco a poco, con una lentitud exasperante, aunque al fin le di alcance sobre el Km. 8 y me miró de soslayo. Creo que ahora fue ella la que se picó y aumentó un poco el ritmo. De forma bastante rastrera me puse a su rebufo para recuperar el aliento, con la intención -también bastante mezquina y barriobajera- de darle un buen hachazo en el último kilómetro.

Gracias a mi amigo Aarón Sánchez he aprendido a realizar a toda leche los giros de 180º. Pues bien, al dar el giro definitivo a falta de un kilómetro, la chica a la que perseguía, Esther Rodríguez (Rioja Añares), a la postre ganadora femenina de la carrera, se abrió más de la cuenta y chocamos los dos. La verdad es que el sitio estaba bastante oscuro y me llevé un susto que casi se me para el corazón (¡menudo machote estoy hecho!). Nos disculpamos mutuamente y aproveché para darle el hachazo definitivo. Cambié la zancada y la respiración y me fui en solitario, directo hacia la meta.

Apreté los dientes y lo di todo. Al enfilar la alfombra roja de llegada me relajé, alcé los brazos, puse cara de foto… Y un corredor en pleno sprint me adelantó en la misma línea de llegada. ¿¿¿Cómor??? Se me quedó cara de papafrita. ¡Al final me quitaron el noveno puesto por culpa del postureo running del que tanto me río! Eso sí, después de todas las peripecias tengo que reconocer que ha sido la carrera en la que más me he divertido últimamente, acabé con la sensación de que me había pasado de todo y que me iba a disfrutar mucho escribiendo la crónica. Y así ha sido.

Inesperado podium. Foto de Lanzarotedeportiva.com
Para rematar la faena tuve que subir al podium al quedar 2º clasificado de mi categoría. Fue todo un orgullo intercambiar unas palabras con el grandísimo José Carlos Hernández, todo un ejemplo de sacrificio, humildad y corazón. Los jugadores de fútbol no le llegan ni a la suela de los zapatos. Ahí queda eso.
En fin, después de todas mis desventuras creo sigue confirmándose mi idilio con esta carrera y esta maravillosa isla, ¡seguro que volveré el año que viene!


Crono final: 36'52'' (3:41 min./Km.)
Puesto general: 10º (de 328 finishers)
Puesto categoría: 2º (de 31 finishers)




martes, 12 de mayo de 2015

IV VUELTA ATLÉTICA DE GANDO 7K. Agonía en estado puro y día de playa



Era la tercera ocasión que participaba en esta prueba, que ya se ha convertido en una cita ineludible en el final de temporada. El año pasado no pude disputarla por coincidir con otra carrera en Lanzarote, de modo que tenía muchas ganas de disfrutar de nuevo del circuito de asfalto más infernal de la isla: las cuestas, el viento y el sol quiebra en mil pedazos la resistencia de los corredores. Y este año no fue la excepción.

La carrera la organiza el Mando Aéreo de Canarias (MACAN) y se celebra en la Base Aérea de Gando, una zona restringida a los civiles y a la que sólo se puede acceder este único día, en coche y con un dorsal colocado en el salpicadero.


Gran ambiente en el preceptivo calentamiento, con muchos corredores conocidos a los que saludar y comentar los resultados de nuestras últimas competiciones y la lista interminable de molestias y dolores que arrastramos como una bola de presidio.
Salida limpia y cómoda, pues por primera vez, casi por casualidad, me dejaron colocarme en primera fila y no tuve que esquivar a nadie. También espero no haber molestado a otros más rápidos que yo.

Extraordinaria fotografía de Alberto R. Cardona

Esta vez cambié mi estrategia de carrera habitual. Al tratarse de un 7K y no buscar MMP, el objetivo era salir a tope y aguantar lo máximo posible sin miedo a pinchar. Me lo tomé como un entrenamiento exigente para mejorar la fuerza y la velocidad.
En la primera cuesta comprobé que iba bien escoltado por Aarón Sánchez y Daniel Betancor (que acababa de recuperarse de sus problemas de salud). De inmediato nos enganchamos a Rafa Suárez, que a pesar que corría la media maratón iba que se las pelaba. ¡Menudo crack!

El gran Rafa Suárez (7) quedó 4º en la media maratón

Al bordear una rotonda, un participante la cruzó por la mitad, y, también por primera vez, me salió del alma llamarle la atención con un grito. Ya lo publicaré en otra entrada con más detalle, pero los recortadores me tienen machacado mi espíritu deportivo; tanto que hasta me han obligado a recortar en varios finales apretados. No hay derecho.
Avanzábamos a un ritmo endiablado para mí y me obligaba a no mirar el reloj para no asustarme. Pero en la segunda cuesta interminable comencé a hacer la goma con el grupo. En el Km. 5 pinché definitivamente y Aarón se marchó con otros dos corredores.

Siguiendo de lejos la estela del grupo. Foto de Fernando González

Madre mía qué asfixia, agotamiento y falta de lucidez. Me quedaban dos kilómetros y no me paré de milagro, no sabía cómo demonios iba a llegar. Me concentré en dar una zancada detrás de otra y fui avanzando preguntándome qué coño hacía allí dejándome la piel.

Ilustrativa instantánea de Ángeles Castellano

A falta de un kilómetro tomé un giro de 180º y el viento me abofeteó de repente. Lo que faltaba. Pensé que me iban a sobrepasar un montón de corredores, pero supongo que irían tan mal como yo.
Lo di todo en los últimos centenares de metros y entré en meta en solitario, casi sin fuerzas para detener el crono de mi reloj gps.
Otra muesca en el revólver.

Foto de Amigos del barro, agua y tierra

Y desde aquí una especial mención a los valientes que disputaron la media maratón: tres vueltas a este recorrido es un auténtico calvario. Tal vez la próxima edición me decida a desafiar esa distancia.

Después de la carrera tocó disfrutar de una playa inaccesible el resto del año

En la cantina militar reponiendo fuerzas con dos grandes: Pancho Quevedo (¡no te atragantes!) y Aarón Sánchez

Resultados oficiales
Crono final: 26'05'' (3:43 min./Km.)
Puesto general: 11 (de 591 finishers)
Puesto categoría: ---




lunes, 4 de mayo de 2015

CRÓNICA DE LA I CARRERA DE LAS EMPRESAS. Acariciando la gloria con la punta de los dedos (de los pies)



P
rimera edición de esta peculiar carrera con las modalidades de 5 y 10 Km. Evento con marcado carácter lúdico y festivo, pero que ofrecía un circuito muy favorable para correr rápido.

Yo participaba junto a Daniel Betancor y Mokhtar El Bouzici, representando a la Subdelegación del Gobierno en Las Palmas. Pero la mala noticia llegó unos días antes de la carrera con la no participación de Daniel, el más veloz del equipo, por culpa de una infección de garganta; justo cuando se encontraba en su mejor momento de la temporada y con la intuición de realizar una gran marca en este circuito. Desde mi diminuto púlpito le mando mucho ánimo y energía, seguro que muy pronto recuperará la forma para volar de nuevo sobre el asfalto.

 Bonita camiseta conmemorativa

Gran ambiente la mañana de la prueba y un clima muy agradable, con apenas una ligera brisa que no llegaba a molestar. Tras saludar a algunos compañeros, me recluí en mi liturgia habitual para concentrarme en la búsqueda de una nueva marca personal, y, nunca se sabe, tal vez alcanzar el soñado objetivo de los 35 minutos.
Realicé un buen calentamiento y noté las piernas cargadas de electricidad. Ya dentro del cajón de salida, seguí saludando a otros corredores, además de desearle buena suerte a Mokhtar, mi compañero de equipo. La salida fue limpia y enseguida cogí mi ritmo de carrera. La intención era correr por debajo de 3’40’’ el kilómetro.


Busca a Wally. Fotografía de Juan Carlos Alonso
Los primeros dos primeros kilómetros fui a rueda de David Montesdeoca, un atleta de mi categoría de edad con un feroz gen competitivo. Pero de improviso cambió bruscamente para enlazar con un grupo que nos precedía y decidí no seguirlo. Me quedé en solitario, pero con la mente fría y siguiendo el plan de carrera.

Junto a David Montesdeoca. Foto de Virginia Manchado
El grupo marchaba a unos cincuenta metros de distancia, pero poco a poco voy reduciendo la diferencia. Antes del Km. 4 les di caza y los dejé atrás en Malteses, una calle con una considerable pendiente que es el único punto negro del circuito.
Poco después también enlazo con David y avanzamos juntos hasta completar la primera vuelta. En el Km. 6.5 noté que mi compañero forzaba la máquina. Mi reloj gps marcó 3’24’’ el kilómetro y tuve que tomar una decisión porque el ritmo era demasiado rápido para mí: o aguantaba a su rebufo hasta reventar, o levantaba el pie del acelerador para dosificar fuerzas.

Completando la primera vuelta. Foto de Zaplayeras.com
Tras unos segundos de duda, finalmente dejé que David se alejara mientras yo mantenía una cadencia 12’’ más lenta. La carrera avanzaba y la distancia con mi predecesor se estabilizó en unos cien metros.
La verdad es que desde el kilómetro 7 lo iba dando todo y sufriendo como un bicho malo. Era una auténtica gozada correr por la calle León y Castillo, una recta interminable y bien asfaltada. Los pulmones ya no me admitían más oxígeno, pero apreté los dientes para intentar alcanzar a mi antiguo partener.

Finalmente el recorrido sufrió varios cambios a peor, pero en general es de los más rápidos de la isla
En el último kilómetro iba con los ojos cerrados y con el corazón en la boca. Cada zancada era un esfuerzo brutal e intenté escudarme en la técnica de carrera para avanzar más rápido.
Estaba recortando la distancia con David y eso me daba ánimos, pero ya sabía que finalmente no le alcanzaría. Ya casi se intuía la meta. Mi reloj marcaba 34’26’’… ¡Tenía un minuto y medio para atrapar la gloria! Apreté el paso con las pocas energías que me quedaban y avancé como si no hubiera un mañana.

En plena persecución por León y Castillo. Foto de Virginia Manchado

Sprinté y sprinté contra mí mismo y crucé la meta en solitario y medio muerto. Tiempo final de 36’24’’. Se me escapó la marca de 35’, pero logré una nueva MMP. De nuevo muy contento con mi competición y con la capacidad de sufrimiento, creo que cada vez voy aumentando un poco más el umbral de agonía en las carreras cortas.

La Fuente Luminosa
Me gustó mucho el avituallamiento final de carrera y el aprovechamiento de la Fuente Luminosa. Ninguna queja de la organización durante el transcurso de la prueba: todo bien señalizado y con bastante voluntarios que animaban y apoyaban durante el recorrido.
Destacar la gran actuación de mi compañero de equipo Mokhtar El Bouzici, que siendo veterano M55 quedó el 15º de la general con un tiempo de 38'34''. Si Daniel Betancor hubiera participado habríamos ganado en la categoría de 3 componentes. ¡Seguro que el próximo año daremos guerra!


Resultados oficiales en la edición en papel del diario Canarias7
Crono final: 36:24 (3:38 min./Km.)
Puesto general: 6º (de 500 participantes)
Puesto categoría: ---