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jueves, 13 de noviembre de 2014

CRÓNICA DE LA 50ª BEHOBIA-SAN SEBASTIÁN, unas Bodas de Oro con 30.000 invitados




T
ras escuchar el pitido de la alfombrilla de control de chips en el Km. 10, tuve la certeza de que este año mi carrera en la Behobia sería un auténtico fracaso. En mis dos participaciones anteriores nunca había llegado tan jodido forzado a este punto después de coronar el Gaintxurizketa. Y todo por salirme un pelín de mi estrategia y forzar demasiado en un vertiginoso descenso más propio del Tour de Francia. Cuando cometes un error en cualquier carrera sueles tener un margen de maniobra para minimizarlo. Tener un fallo de cálculo en la Behobia-San Sebastián es como poner el cuello en una guillotina, y sólo te apercibirte de ello cuando -zas- ha caído la cuchilla.
 


 
E
l viernes 7 de noviembre de 2014 preparé con entusiasmo mi trollery para volar desde Gran Canaria, junto a Aarón Sánchez y Alberto Vega, hacia el aeropuerto de Bilbao y participar en la 50ª Behobia-San Sebastián. No podíamos perdernos las Bodas de Oro de esta mítica e inigualable carrera (se trataba de mi tercera participación consecutiva, y el año pasado ya publiqué la crónica de la 49ª edición en el blog de Aarón). Llevaba la maleta repleta de ilusión por descubrir el nuevo trazado de la carrera (con sus 20 Kms. exactos), formar parte de tan especial aniversario y comprobar mi actual estado de forma tras los 10K de la LPA Night Run. También tratando de coger una buena dosis de confianza para afrontar mi debut en la Maratón Cabberty de Málaga el próximo 07/12/2014.
La primera sorpresa agradable se produjo en el avión, en pleno vuelo hacia la generosa tierra vasca. Tropecé inesperadamente con Manuel Santana Mendoza, primo de mi amiga MJ y buen corredor de fondo, que venía con una expedición de 14 miembros de Gáldar para participar en la Behobia (entre ellos también estaba Gustavo, hermano de mi otra amiga Ruth). Al final nos unimos a ellos para subir a una guagua privada que habían alquilado y que nos llevó directamente a Donosti. Un puntazo.




E
l sábado fuimos a recoger el dorsal en el estadio de Anoeta y la estupenda bolsa del corredor al homónimo velódromo. Allí estuvimos charlando con Joan Terán, miembro fundador de mi actual equipo, el BC Team, que se encontraba apoyando el proyecto “Run in Africa”. Fue él quien nos dio la gran noticia de que José Carlos Hernández, el extraordinario atleta lanzaroteño, iba a participar en la carrera y era uno de los favoritos para la victoria. Por la noche tuvimos que cenar en un Telepizza porque la ciudad estaba colapsada de runners hambrientos de pasta, y no había sitio en ningún restaurante sin haber reservado previamente. Otra lección aprendida.

Feria del corredor en el velódromo de Anoeta. Aarón Sánchez, Joan Terán y José Lobillo



P
or fin el día de la carrera nos levantamos temprano y cogimos el tren destino Irún. Tuve la suerte de charlar un rato con Martí, Francesc y Álex; componentes del BC Team y que más tarde se marcarían un carrerón cada uno.
Un bus lanzadera nos acercó hasta Behobia, junto al río Bidasoa. Tras caminar hacia los camiones-consigna y entregar las mochilas, nos dirigimos hacia la salida, que este año se había adelantado casi un kilómetro. En este momento se puso a llover. Todo el que participa en la Behobia pasa los días anteriores buceando en distintos partes meteorológicos para predecir el futuro, y, en mi caso, ponerle velas al hombre del tiempo para que no anunciase precipitaciones. En esta ocasión se preveía lluvia y viento a niveles aceptables (en la edición 48ª corrimos bajo el diluvio universal y vientos huracanados). Pero el aguacero sólo duró 10 minutos y pudimos disfrutar de un calentamiento placentero.
Destacar que antes de la salida se proyectó un emotivo vídeo con fotografías de Arantza Ezquerro, la joven corredora que falleció el año pasado durante la carrera. Desde aquí también mi sentido homenaje a su memoria. Y un diez al gran atleta Pedro Nimo por llevar un dorsal con su nombre y su número.

A
arón y yo salíamos en la segunda oleada, a las 10:01 horas, junto a otros 1500 participantes con dorsal morado (el primer cajón era el amarillo, que iniciaba la prueba a las 10:00 a.m. con 500 élites y populares de alto nivel). Por detrás esperaban su turno 18 corrales más con 28000 corredores (los últimos saldrían una hora y media después del primer pistoletazo de salida).

Km. 0-5. Cuenta atrás del speaker… Bost, lau, hiru, bi, bat… Y allá que metimos la primera marcha. Desde el inicio me puse a rueda de Aarón, pues habíamos planificado juntos la estrategia y yo no llevaba reloj GPS. La idea era intentar acabar la carrera con una media de 3:55 minutos por kilómetro En los primeros compases nos adelantó hasta el malo de la película que va en muletas. Siempre ocurre lo mismo en todas partes: los que salen demasiado fuerte al principio son carne de cañón para la parte final del recorrido, y mucho más si se trata de la Behobia. Pero lo malo es que molestan tratando de buscar huecos e interrumpiendo tu trayectoria en su alocada progresión.

Fotos del Diario Vasco y Canofotosport
 Ya en los primeros instantes me di cuenta que había metido la pata -nunca mejor dicho- al elegir las zapatillas. Utilicé mis voladoras más radicales, las Saucony Type A6 (apenas 147 grs.), pero como apenas tiene huella y el asfalto estaba empapado, notaba la falta de agarre que me acompañaría en toda la carrera. A veces más vale ser conservador. En el Km. 2 nos dimos cuenta que salimos un poco lentos, a 4:07 más o menos, pero sabíamos que había mucho margen de mejora. Subimos a Irún arropados por los ánimos de la gente, sin aumentar el ritmo para no asfixiarnos, y ya en la bajada nos pusimos más vivos.

Km. 5-10. Pasamos el kilómetro 5 en 19:36, lo cual significaba que ya habíamos alcanzado el ritmo establecido. En el 6 comenzó la subida del Gaintxurizketa. A partir de este momento Aarón (que se atragantó en un avituallamiento y lo pasó mal durante unos segundos) y ya no dejamos de sobrepasar a cientos de competidores. Subimos con una cadencia constante y coronamos la cima muy enteros, entre vítores del público que se agolpaba en los márgenes; para a continuación lanzarnos en el descenso. Las bajadas se me dan fatal y sufro mucho, los cambios de ritmo no son mi fuerte y no los controlo, de modo que al ponerme a rueda de otro corredor, no medí bien y me sacó de punto. Al minuto lo dejé marchar, pero el daño ya estaba hecho. Respiraba con dificultad y tenía principio de flato en el costado derecho.

Comparación de perfiles: arriba la edición 49ª y abajo la 50ª

Km. 10-11. Tras escuchar el pitido de la alfombrilla de control de chips, comprendí que nunca antes había ido tan mal en este punto kilométrico. A duras penas conseguía seguir la estela de Aarón. Iba asfixiado. Y cuando pensaba que la carrera había terminado para mí, recordé que me había sucedido algo parecido durante mi MMP de media maratón, por lo que intenté relajar el diafragma y realizar inspiraciones profundas.

Km.11-16. Entramos en Errentería y la aglomeración de público era increíble. Todo el pueblo estaba
Foto de Canofotosport
animando en las calles con un entusiasmo que ponía la piel de gallina. Esto es lo que hace grande a la Behobia-SS. Ha sido todo un acierto volver a incluirlo en el recorrido. En ese punto noté que iba mejorando sensaciones, pero tampoco estaba para tirar cohetes. No obstante seguíamos dando hachazos a diestro y siniestro, adelantando sin parar a montones de dorsales morados y algún que otro amarillo que salió un minuto antes que nosotros.
Si bajar es una tortura para mí, en las subidas sí consigo disfrutar. La aparición del alto de Capuchinos en el kilómetro 12,5 fue fundamental en mi carrera. La corta subida y los vítores de la multitud que se congregaba estrechando la carretera, consiguió que me recuperase del ahogo. El chute de moral y confianza hizo que aumentara la velocidad en el descenso y darle el relevo a Aarón.

Km.16-20. En un santiamén llegamos a los pies del alto de Miracruz, una cuesta de un kilómetro que se hace interminable. Le digo a Aarón que a partir de ese momento había que darlo todo. Sé por experiencia que los ánimos de la gente que abarrota ambos lados de la calzada te llevan en volandas, así que intento subir fuerte y buscar huecos, pues desde el Km. 6 vamos sobrepasando a todo quisque.  A mitad de cuesta animo a un corredor malagueño del club de Arroyo de la Miel y seguimos disfrutando del apoyo incondicional de los espectadores. Una auténtica gozada el alto de Miracruz aunque eches el hígado por la boca.
Nada más llegar a la cumbre comienza una bajada de un kilómetro antes del llaneo a meta. Ahora que sí que nos lanzamos sin frenos y a tumba abierta. Para lo que quedaba ya no nos importaba morir con las botas puestas y llevar al tío del mazo a cuestas. En el kilómetro 18 Aarón subió un punto la velocidad y yo intenté seguirle apretando los dientes. En ese momento el sufrimiento ya dejaba paso a la agonía y todos mis esfuerzos se concentraban en no desmoronarme a cada zancada y en soltar un quejido lastimero de vez en cuando para aliviar el diafragma. El griterío y los jaleos del público ya se volvían borrosos en mi vista periférica.
Al girar a la izquierda afrontamos el precioso puente de Zurriola, ya apenas quedaba 1000 metros para llegar, y yo ya era un tren del oeste sin carbón en las calderas. Aarón comenzó a despegarse de mí con una facilidad pasmosa y ya sólo me concentré en no bajar el ritmo. El resto de corredores parecía que iban a cámara lenta, que estuvieran corriendo en la Luna, lo cual significaba que estaban tanto o peor que yo..

Puente de Zurriola

Por fin enfilé la recta final y esprinté todo lo que pude antes de explotar de felicidad al cruzar la meta.

Con cara de estar haciéndome la cera en las ingles, pero "volando" a 3:30 por el puente de Zurriola (foto de Canofotosport)
Mi crono final fue de 1:17:38. No me lo podía creer, había superado con creces mis mejores expectativas.
Aquello significaba una media de 3:52 minutos por kilómetros. Aarón había entrado cinco segundos antes y me esperaba para darnos un abrazo. Estaba eufórico por nuestra actuación mientras trataba de recuperar el resuello.
Nos encaminamos por una larga calle donde los voluntarios te quitaban el chip de la zapatilla, te colgaban la medalla al cuello y te ofrecían bolsas con frutas, chocolate, agua, isotónica…
Tras recoger las mochilas del guardarropa situado en la plaza Guipúzcoa, pasamos por otra carpa repleta de comida de todo tipo y conseguimos entrar en menos de ocho minutos en un recinto enorme donde estaban dando masajes. A mí me tocó María Luisa, una encantadora y pizpireta donostiarra que ya llevaba 16 años de voluntaria y que poco después debía entrar a trabajar en un restaurante, y que me regaló una estupenda descarga de gemelos y unos estiramientos que me sentaron genial. ¡Muchas gracias! La labor de los voluntarios en la Behobia tiene un valor incalculable para la carrera.
Tras el masaje y antes de irnos a la ducha, conseguimos enterarnos que el ganador de las Bodas de Oro de la Behobia… ¡¡¡Fue el canario José Carlos Hernandez!!! Nos pusimos a dar botes como si hubiéramos ganado nosotros. Menuda victoria para el corredor lanzaroteño; las islas afortunadas deberían sentirse orgullosas de tremendo campeón y embajador del deporte canario. Ojalá pueda repetir victoria en el Campeonato de España de Maratón que también se disputará en unas semanas en Donosti.

El bólido canario cruzando la meta en el Boulevard (foto de Joan Terán)
C
omo conclusiones finales sólo decir que la 50ª Behobia-San Sebastián ha vuelto a sobrepasar mis mejores expectativas. Es una carrera incomparable. Después de tres años consecutivos participando en ella me tiene absolutamente enamorado. Y encima este año la climatología fue benévola con los corredores. Con buen tiempo se disfruta una barbaridad; con mal tiempo se convierte en algo épico que queda en la posteridad. No sé si volveré el año que viene, pero sí sé que mientras siga corriendo regresaré para disputarla.
En mi opinión y por mi forma de correr, el nuevo recorrido es incluso más duro que el anterior. Las continuas subidas y bajadas me destrozan el ritmo. En el circuito antiguo, desde el Km. 12 al 16 ponía la velocidad crucero y aguantaba hasta el final. Ahora el alto de Capuchinos, Pasaia y Herrera me rompieron los esquemas en cuanto a rodar en llano. Supongo que muchos otros pensarán lo contrario porque tienen características opuestas a las mías.
Tengo que aprender de mis errores en esta carrera: la elección de las zapatillas y los cambios de ritmo. Nunca sabré si hubiera mejorado la marca sin estos deslices, pero eso no quita mi satisfacción por el resultado final.

En el puente de Zurriola y al fondo el Kursaal (foto de Aarón Sánchez)
Selfie con el gran Shinichi Sasaki

Hay muchas carreras por todos los rincones del mundo… Pero ninguna es la Behobia-San Sebastián.



18 comentarios:

  1. Vaya carrerón Jose. Este año te ha pillado mejor entrenado que nunca y eso se nota. Un gran test para la maratón de Málaga.

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  2. Gracias por los ánimos Gonzalo! Se acerca la fecha de mi estreno maratoniano y ya me tiemblan las piernas jeje. Espero tus sabios consejos como agua de mayo. Mucha fuerza y disfruta la Maratón de Tenerife!

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  3. No se si es mejor crónica que carrera... o viceversa!

    Por tiempo, ritmo y perfil, esta carrera en llano y en cualquier otra distancia hubiera significado tu MMP, con bastante margen, lo que habla de tu excelente estado de forma!

    Gracias por hacerme de "guía" y no sólo en la carrera, sino en todo lo que la rodea!

    La forma ya la tienes, te queda un mes de afinamiento y tapering para tu gran reto! a descansar! y recuerda que ahora mismo ya menos es más.

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    1. La verdad es que ha sido un viaje y una carrera fantástica! Disfruté el doble corriendo juntos, a lo tonto ya llevamos unas cuantas jeje. Muchas gracias por tu apoyo y por lo entrenos en los que me has echado una mano (y no digamos las tiradas largas). Espero que los Aquiles me aguanten en las últimas semanas antes del tapering, ya voy cogido con alfileres. Bueno, ya sabes, hay que ir pensando en el Maratón de Londres...

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  4. Otro relato exquisito!!! Parecía que era yo la que sufría subiendo y bajando cuestas!!! Siempre has comentado que la gente de San Sebastián, y en concreto en esta carrera, era la mejor animando. Que incluso conseguían ponerte los pelos de punta. Ojalá en Canarias la gente animara con más entusiasmo, como si todos los corredores fueran parte de su familia ... esto fue algo que eché en falta en la LPNightRun. Estás en forma chaval, ya no hay quien te pare!!!! Felicidadesss y a seguir disfrutando con cada reto.

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    1. Muchas gracias por tus palabras MJ! Al final tú también salías en la crónica jajaja. San Sebastián es una ciudad preciosa y merece la pena visitarla. Y si encima vas para el festival de cine o para la Behobia, ni te cuento (de la gastronomía mejor no hablar que me acuerdo de los pintxos y me da hambre). Ya sabes, anímate y entrena un poco, a lo mejor el año que viene te ves subiendo el Gaintxurizketa!!!

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  5. Muy buena cronica maquina. Se ve que estas en muy buena forma, ahora toca cuidarse, y como te dice Aron ahora toca ser cauto, el trabajo ya esta realizado, toca llegar lo mas fresco posible.
    Un Saludo

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    1. Gracias Sergio, siempre se agradece la motivación de un gran maratoniano como tú. Aún me quedan un par de tiradas de 30Km., a ver cómo salen. Ahora mismo estoy en tensión por las molestias físicas y por los compañeros de trabajo con gripe, pero con un poco de suerte espero no recibir ningún revés importante. Un abrazo desde Canarias!

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  6. Me ha encantado tu relato y es emocionante el apoyo y la colaboración en general, entre los corredores. Bonita la emoción de la victoria de un compañero, la estrategia de carrera compartido con otro... Qué sufrimiento, pero qué satisfacción al final de la carrera. Siempre pensando en superarte, siempre aprendiendo algo nuevo de la carrera para hacer mejor la siguiente. Gracias por compartirlo. ¡Ánimo para la siguiente!

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    1. Uffff... La verdad es que ha sido otra gran experiencia de la que aprender y recordar en el futuro. Hacer cosas por obligación produce estrés; sufrir por algo que te llena y te hace sentir realizado es pasión. Una pequeña gran difrencia que hay que tener en cuenta para alcanzar tu propia, única y modesta felicidad. ¡Gracias a ti por leer mis aventruas quijotescas! Besos

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  7. Pero que grande eres pa lo chico y menudo que eres jajajaja, muchas felicidades por tu nuevo logro y por tu blog.....

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    1. Jajaja... Eso no me lo hubieras dicho hace tres años, cuando tenía 10 Kilos más de masa muscular y casi reventaba las camisetas! Muchas gracias por darte un paseo por este humilde blog!

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  8. Eres genial en todo lo que haces!!! Enhorabuena por tu carrera y muchísimo ánimo para la Maratón de Málaga, estaré ahí dándote gritos, apoyo moral, agua, ....nos vemos en unas semanas Lobo!

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    1. Ooooohhhh... Muchas gracias malagueña!!! Ése apoyo me va a venir genial para la Maratón de Málaga, no voy a tener excusas para poder abandonar y tendré que darlo todo jajaja. Queda muy poquito y ya me está entrando un canguelo que no veas : )

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  9. Qué gran crónica José!! Otro relato más que nos pone los pelos de punta en cada frase, en cada tramo. Como bien dice MJ, parece que hemos corrido contigo esos 20 km de subidas y bajadas...jejeje.
    Gracias por compartir con este blog momentos tan especiales e inolvidables. Ánimo con tu próximo reto y a seguir cumpliendo sueños :)

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  10. Eeeeey... Ya sabes que eres mi vampira favorita y que sólo dono sangre contigo jajaja. Me alegro que te haya gustado, a ver si te animas a entrenar de nuevo, eres una gran atleta y con un poco de dedicación seguro que bajas de dos horas en la media maratón!

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  11. Que pedazo de carrera y de crónica! Y por lo que se lee, cuidan bien a los corredores por ahí. He leido por ahí, estreno maratoniano?? Que bueno, estare pendiente de tus pasos.
    Saludos!

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    1. Muchas gracias Fran! Pues sí, ya he participado en la Behobia tres años consecutivos y espero seguir yendo de forma algo más esporádica, pero le recomiendo a todo el que le guste correr que compruebe por sí mismo qué significa la Behobia-SS.
      Pues sí, dentro de diez días me enfrento a la Maratón Cabberty Málaga! El canguelo ya está presente jajaja.
      Un abrazo

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